En los últimos años el número de DESAS (Desfibrilador Externo Semiautomático) en nuestro país ha ido aumentando hasta un +150% según un estudio de la empresa B+SAFE, extendiendo la cultura de la cardioprotección a lugares como polideportivos, ayuntamientos, hoteles, comunidades de vecinos, etc.
Todo ello junto a un incremento de las formaciones en RCP y uso del DESA entre el personal que pudiera hacer uso del mismo, tal y como marca la legislación vigente de cada comunidad autónoma.
En medio de todo este auge por proteger a la población frente a posibles emergencias cardíacas, han tenido mucho que ver aquellas Comunidades que han decidido implantar una legislación propia que regule el uso, instalación y mantenimiento de desfibriladores.
En la actualidad ya son 11 las comunidades autónomas que han publicado su propia normativa. En términos generales, todas coinciden en la necesidad de dotar de desfibriladores semiautomáticos a espacios con gran afluencia de personas, o bien cuya actividad suponga un factor de riesgo para la salud del corazón.
De tal modo que negocios como hoteles, residencias o centros comerciales están obligados a disponer de al menos de un DESA, así como polideportivos, gimnasios o patrullas de policías.